ME COLOCO DE ENFERMOS



lunes, 25 de mayo de 2015

jueves, 7 de mayo de 2015

LA FUERZA DENTRO DE UNA COLINA

Su terraza estaba siempre llena de flores. Una lluvia fina, que salía de su regadera, se mezclaba con los rayos solares componiendo un arco iris. Mi abuela materna culminó en ciento un años. Fue un rosal trepador, aquél que floreció la más adorable de las rosas. Creo ver cómo eran sus días de juventud, cuando la fuerza desmesurada de sus raíces se hundía en lo más profundo de una colina. Años más tarde,  me distraía sobre su ramas, donde había un sendero de mariposas que yo quería atrapar. Todos los recién nacidos respetaban con ternura el arbusto que les había proporcionado un sentido robusto de vida. Y a pesar de los incendios y de las tempestades, el rosal permaneció vigoroso hasta una mañana de marzo. Aquel día, yo seguía con la mirada el claro-oscuro del cielo, cuando un destello hizo desaparecer mi arbolillo.