Sonó la alarma.
Sonó otra vez.
Atacaron el reloj y la pulsera.
Querían saber,
descubrir honduras de uranio.
Bordearlo todo,
querían saber.
A través de mí,
mil entramados,
telas de araña.
A través de mí,
por los tobillos,
camadas de gatitos arma.
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