Todo es cuestión de decisión.
¿Qué es lo que consideras perfecto?.
Extraña flecha, el pentágono.
En todo caso, me quedo, sí.
Me siento bien sobre el cojín
de un esquimal,
confortable iglú,
en el calor de lo que no será.
Me quedo aquí,
a la espera,
besando unos tímidos rayos
que despuntan,
que mitigan esta frialdad,
Y al llegar al mar,
las focas descansan
hartas de peces.
Si decidiera un final,
¿por qué no éste?,
allá en la lejanía.
¿Existe acantilado perfecto?
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