Todavía no empezó el verano
y, en la impaciencia,
proyecto el tiempo
en que maduran las polidrupas.
Proyecto las lluvias
y un armario,
de mermeladas con vitamina C.
Busco a la Madre de Dios
y al moscatel dorado.
Suplico que miles de rayos
se infiltren por las pulpas.
Quisiera que la mejor cosecha,
de tan dulce,
me ahogara o me hiciera toser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario