ME COLOCO DE ENFERMOS



domingo, 11 de octubre de 2009

CONTÉMPLAME



"...le llamaremos Danny Wilson, estudiante universitario de veintidós años. No era un psicótico ni lo que se llama histérico; era un pobre estudiante, retraído, sensible y tranquilo. En una tregua de una sesión de terapia de grupo nos contó la historia de un hombre llamado Ortiz que solía interpretar un número en un escenario de Londres, donde aparecía envuelto en pañales y bebiendo botellas de leche. Durante todo el número, Ortiz grita: "¡Mamita! ¡Papito! ¡Mamita! ¡Papito!" con toda la fuerza de sus pulmones. Al final del acto vomita. Se le distribuyen al público bolsas de plástico y se le pide que haga lo mismo.

Danny estaba tan fascinado por el espectáculo, que me sentí movido a probar algo elemental, pero que hasta entonces había escapado a mi observación. Le pedí que gritara: "¡Mamita! ¡Papito!". Danny se negó, diciendo que no veía el sentido de un acto tan infantil y, francamente, yo tampoco. Pero insistí y al final él cedió. Cuando empezó estaba visiblemente perturbado. De pronto se tiró al suelo retorciéndose en un paroxismo. Su respiración era rápida, espasmódica. "¡Mamita! ¡Papito!" salían de su boca casi involuntariamente en potentes alaridos. Parecía estar en coma o en un estado hipnótico. Las contorsiones fueron sustituidas por pequeñas convulsiones y por último soltó un grito penetrante, como de muerte, que repercutió en las paredes de mi consultorio. El episodio completo duró sólo unos pocos minutos y ni Danny ni yo teníamos idea de lo que había ocurrido. Todo lo que dijo después fue: "¡Lo hice! ¡No sé qué, pero siento!"".

Fragmento extraído de "EL GRITO PRIMAL" (THE PRIMAL SCREAM, 1970) de Arthur Janov. Los libros de Sísifo. Ed. Edhasa


SWASTIKA EYES-PRIMAL SCREAM





SWASTIKA EYES (WAR PIGS)-PRIMAL SCREAM (REMIX CHEMICAL BROTHERS)

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