A modo de bendición múltiple, una vieja dama con acento marcadamante canario me profirió: ¡Qué Dios te bendiga!. ¡Bendita seas!. ¡Bendita seas por siempre!. No pude hacer más que sonreir a tanta beatitud y un vicense me saludó.
LES GENS SONT FOUS, LES TEMPS SONT FLOUS-JACQUES DUTRONC
No hay comentarios:
Publicar un comentario