- Sí, chocan.
- ¿Y ahora?
- Ahora...no. Ahora no hay cristales.
- ¿Y qué tal con las lentillas?.
- La verdad es que bien, pero las decarto en edificios enfermos.
- ¿Por qué?
- Se me seca el ojo.
- Conozco una persona pegada a una lentilla.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Lo que oyes. Llegué a pensar que había bajo ellas una capa de ese adhesivo instantáneo que aguanta toneladas en el aire. Seguro que se va a dormir con ellas y se da cuenta en la cama que no se las ha quitado. Una vez le vi frotándose un ojo, se la apartaba hacia un lado y se la volvía a colocar tras descifrar unas letras ilegibles.
- Yo descifro sin lentillas. Ahora todas tus ideas están en mis manos.
- No, no es cierto. Te descubriré mi as fuera del quirófano.
- Se me hacen nudos en la garganta cuando hablo en público.
- Tenemos un problema común y no lo podemos resolver. S.O.S.
- Sí, S.O.S., nuestro defecto es de fábrica, pero caducó la garantía.
C'EST COMME ÇA-LES RITA MITSOUKO

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