Pocos suben a esta ladera. Quizás los extranjeros, los atraídos y pervertidos
por una espesura, por un azul que en un segundo se torna blanco, los que aminoran el paso, las finas gotas al final del túnel, las que se enrocan por sus paredes enmohecidas.
WEREWOLVES IN THE CITY-VIKING MOSES
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