TRAS EL BALASTO

Grace no es tan rápida como cree. La puntuación que obtuvo, que la tiene obsesionada, así lo refleja. Quedó también patente el otro día, en la comida con Luis; él acabó en cuatro mordiscos, ella lo hizo en diez. A Grace le encandilan las formas curiosas, los cursos estrambóticos, los acosos y derribos, las pescas que devuelven el pez al mar. Todo esto le hace perder rapidez. Se queda aletargada, cree que presagia incendios y por el olor de un humo descubre el conato, así evita los equipos de emergencias, ya no habrán damnificados, ni heridos, ni ese posible muerto, se dice para sí misma: "todos saldremos ilesos". A Grace le encandila el ruido del balasto bajo sus pies, esto le hace perder rapidez.